Charada y la magia de los clásicos

En el CineClub Tui defendemos una idea sencilla pero fundamental: el cine es demasiado amplio, diverso y apasionante como para encerrarlo en etiquetas. Nuestra programación busca ser plural y abierta, capaz de pasar de un estreno reciente a un clásico imperecedero, de una película intimista a un gran éxito, siempre con la misma convicción: que cada uno encuentre algo que le hable, le sorprenda y le haga disfrutar de la experiencia única del cine.

Estas últimas semanas decidimos preguntar directamente a nuestro público, tanto en redes como en persona, qué películas querrían ver en nuestra pantalla. La respuesta fue tan clara como reveladora; la mayoría apuntaba en la misma dirección: los grandes clásicos de la historia del cine. Títulos que atraviesan generaciones y que siguen despertando emociones aunque los hayamos visto en televisión, o sólo los podamos rescatar en parte del olvido. Algunos que vemos todos los años pero que igual desearíamos disfrutar con amigos en pantalla grande. Nombres inmensos que todos reconocemos: El golpe, Doce hombres sin piedad, Rebeca, Casablanca, El hombre que mató a Liberty Valance… Obras que parecen pertenecer al patrimonio universal.

Y es que los clásicos lo son por motivos muy concretos. Han sobrevivido al tiempo porque fueron rodados con un rigor artesanal admirable, apoyados en guiones sólidos, interpretaciones memorables y la mirada de directores que entendían el cine como un arte total. Pero, además, son universales: siguen hablándonos hoy, con sus dilemas, su humor o sus pasiones. La pantalla grande con su textura, con su escala, les devuelve la vitalidad necesaria para recordarnos por qué siguen siendo, década tras década, fuente de placer y aprendizaje.

Con todo esto en mente, nos alegra anunciar que este jueves 28 de agosto a las 22:00 horas cerraremos nuestra programación de verano con un clásico que cumple todos estos requisitos: Charada (1963), dirigida por Stanley Donen.

A veces definida como "la peli de Hitchcock que no dirigió Hitchcock", Charada combina comedia romántica, suspense, intriga policial y un elegante toque de glamour. La química magnética entre Audrey Hepburn y Cary Grant es uno de esos regalos irrepetibles que solo el cine clásico podía ofrecer. Él, con su ironía sofisticada; ella, con esa mezcla de ingenuidad y misterio elegante que la convirtió en un icono.

La dirección de Donen es un despliegue de ritmo y sutileza: equilibra tensión y humor, alterna giros inesperados con diálogos brillantes, y convierte París en un escenario casi soñado. Pero no nos olvidemos de un fantástico Walter Mathau, un James Coburn muy joven pero ya imponente, y la perfecta banda sonora de Henry Mancini

Si ya has visto Charada en televisión, descubrirla en pantalla grande (y en la fantástica restauración digital 4K que traemos al Centro Camilo José Cela) es como reencontrarse con un viejo amigo en circunstancias nuevas: más nítido, más vivo, más cercano. Y si nunca la has visto, esta es la ocasión perfecta para disfrutar de uno de esos títulos que transmiten la esencia de lo que entendemos por cine clásico: entretenimiento inteligente, emoción perdurable y un oficio impecable.

Os esperamos este jueves 28 de agosto a las 22:00 en nuestra sala. Los precios serán los habituales: 2 € para socios, 4,50 € para el público general y una tarifa especial de 2 € para los menores. Una oportunidad para cerrar el verano con estilo, elegancia y diversión en la mejor compañía: la del gran cine y la de todos vosotros, socios, amigos y visitantes ocasionales sin los que no existiría el CineClub.

Porque al final, ver un clásico juntos no es solo revisitar una película: es celebrar el cine en su máxima expresión.

Comentarios

Publicacións populares deste blog

El año en que todo comienza

Jim Jarmusch, ferozmente independente

Programación de Nadal (parte 2)