ArteKino Film Festival



Un festival de cine que, desde que nació hace apenas 5 años, es inclusivo, abierto y digital, parece haber sido pensado para este año excepcional. El acceso es gratuito, y hacerse la cuenta de acceso es muy fácil. Durante todo el año pasan una película al mes, de forma gratuita. Y hasta el 30 de Diciembre, se pueden ver y votar las 10 películas europeas a concurso.

Este año parece haber algo común: además de la juventud de los realizadores y la internacionalidad, se puede encontrar uno con las múltiples mutaciones del Vérité y sus híbridos con la ficción, y de cómo ha evolucionado el uso de la música diegética en el cine (algunos ejemplos son extraordinarios). Nos gustaría decir algunas palabras sobre los distintos filmes que hemos visto:

Ivana la Terrible (Ivana Mladenovic, 2019) -  Extraña, caótica, áspera, y sorprenentemente divertida, es una película tremendamente honesta y personal filmada con técnicas de cine de guerrilla. Ivana es el personaje, pero también la persona, la directora y protagonista reproduciendo su propia personalidad neurótica, hipocondríaca, y su viaje a su ciudad natal en la que todos sus amigos, amantes y familia se interpretan a sí mismos en una intensa, increíble pantomima que habla, entre otras cosas, de cómo se vive en la frontera entre Serbia y Rumanía, de la memoria, de las relaciones humanas.

Sébastien Tellier: Many Lives (François Valenza, 2020) - Es un documental sobre un músico. Siendo el único trabajo estrictamente de no-ficción del festival, quizás sea el que tiene la historia menos verosímil. Tellier es un personaje fascinante, uno se pregunta por qué no es el músico francés más conocido del mundo si es así de genial, extravagante e innovador. Eso emparenta la película con Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012), otro documental estilo Talking Head sobre otro oscuro genio del pop. Many Lives es superior en cinematografía, en edición, quizás en banda sonora (eso va en gustos), pero no tiene una historia tan cerrada y sorprendente como la de Sixto Rodriguez. La evolución del artista y sus múltiples personajes (una especie de camaleón como Bowie) está perfectamente capturada, pero se siente la falta de complicidad de alguien: el propio Tellier. La película es sobre él, pero él está ausente. Parece ser la conclusión de la película, que él siempre ha estado ausente de su propia carrera. Interesante, agridulce y melancólico como todo en la carrera de Tellier.

Son of Sofia (Elena Psykou, 2017) - Un viaje fabuloso a través de una historia muy triste, que la visión mágica de un niño convierte en una inquietante y fascinante fábula, cargada de símbolos, sombras y una originalísima narración visual. Después de haber experimentado ya Lazzaro Felice (Alice Rohrwacher, 2018) o Border (Ali Abbasi, 2018), uno cree estar más preparado para ese salto entre un realismo crudo y una fantasía absolutamente desbordada, pero aquí la componente fantástica es desconcertante, como una perspectiva nueva de la realidad. Imbuido de mitología clásica, cuentos infantiles rusos, historia reciente y lejana de Europa, y docenas de referencias, sobre todo es un gran ejercicio de cine. Nuestra perspectiva de espectadores es privilegiada, pudiendo entender el galimatías de idiomas y culturas. Extraordinaria dirección artística y punzante guión, es imposible no destacar las interpretaciones de cada uno de los actores, comedida, matizada, emocionante. Trata muchos temas complicados con delicada sensibilidad. 

Lessons of Love (Chiara Campara, 2019) - Es un tópico pensar en neorrealismo cada vez que vemos una película italiana, rodada cámara al hombro. Son un tópico las historias del hombre rudo y tierno, y la stripper con corazón de oro. Estamos cansados de ver el choque entre campo y ciudad. ¿Cómo se las arregla Campara para hacer una película original y entretenida encima de tantos lugares comunes? ¿Cómo logra hacer que nos importen ? Si quieres saberlo todo sobre ordeñadoras automáticas o la inseminación de una vaca, o bien, si quieres ver una historia de amor honesta con los toques justos de ironía, asómate a esta tierna obra sobre el deseo de ser querido.

THF Central Airport (Karim Ainouz, 2018) - A veces la realidad nos proporciona los decordados que jamás habríamos podido diseñar como cineastas. En Bruce Lee and the Outlaw (Joost Vandebrug, 2019), las alcantarillas proporcionan a la cámara una visión alucinada que para sí la querría Gaspar Noe. Aquí, la monumental arquitectura fascista del aeropuerto de Tempelhof (Berlín) es un escenario ideal para empequeñecer primero, y luego para enmarcar cada vez más de cerca, a los refugiados afganos y sirios que esperan asilo político en el limbo de un refugio. Sin ser un documental, no es ficción, es sólo una mirada con una cámara nada intrusiva o manipulativa. Para estos refugiados el viaje hasta Europa es lo más peligroso, pero lo más duro es la espera. Y en este filme, estupendamente editado, compartimos, mes a mes, una larguísima espera que no quiere acabar nunca.

Motherland (Thomas Vengris, 2019) - El cine lituano nos está ofreciendo muy agradables sorpresas. Esta película muestra con brutal crudeza, pero sin juzgarlos, las muchas caras de la des-sovietización de Lituania: la injusticia de la ocupación y de la desocupación, un país libre pero huérfano, perdido, la corrupción, la violencia, esperanza y miedo... todo ello visto como lo hace esta película, desde la experiencia de una madre separada y su hijo de 12 años, que regresan al país para recuperar las tierras que los soviéticos quitaron a su familia, se transforma en otra cosa. En una historia de crecimiento, de encuentro y pérdida. Las incertidumbres y descubrimientos emocionantes de la preadolescencia son un catalizador y una metáfora perfecta para contar la historia de un país que vive una sacudida histórica, y un descubrimiento de su propia cultura y destino.

Full Contact (David Berbeek, 2015) - Este sí es un filme extraño, con una mecánica originalísima que, en cuanto empezamos a acomodarnos a su historia y narrativa, nos empuja de nuevo fuera de nuestro marco mental y nos obliga a encajar de nuevo todas las piezas, una y otra vez. Si tenemos la paciencia de seguir ese juego (una especie de cinta de Möbius en la que una historia se repite a sí misma en tres contextos y países distintos), se encuentra uno con una historia muy humana, muy actual, precisamente sobre la deshumanización contemporánea. Cuando vemos al otro a través de una cámara de vigilancia, de una pantalla, y a través del filtro del prejuicio, uno lo deshumaniza, uno se deshumaniza, y se captura excelentemente esa sensación. Una fantástica cinematografía, una interesantísima interpretación de los protagonistas, un . "Contact" es como llaman los militares (curioso eufemismo) al momento en el que el misil teledirigido alcanza su blanco. "Full Contact" es una forma de lucha muy física, muy violenta pero regida por un estricto código ético. "Full Contact" es ese encontrarse con un humano del que nos separa una distancia insalvable, por fin entenderse y alcanzarse. 

Negative Numbers (Uta Beria, 2019) - Un filme muy intenso y duro, el director nos arrastra con mucha habilidad a las sensaciones contradictorias de los jóvenes en una cárcel de Georgia, su relación ambivalente y compleja con la idea de libertad, el crimen, la rebeldía y la camaradería. Usando el Rugby como excusa, se sumerge con impresionante realismo en las vidas y las almas de estos jóvenes movidos por complejas lealtades, sensaciones y pulsiones destructivas. Lo más increíble es precisamente que la historia es real (fue contada por los entrenadores de Rugby hace años) pero los jóvenes  no son auténticos presos sino actores. El mayor triunfo del film es que uno llega a creer justo lo contrario. Aun sin entender el complicado contexto político del filme o las extrañas motivaciones de algunos actos, la historia es universal y el filme muy inmersivo.

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